Hoy queremos hablar sobre un problema real que nos encontramos día a día en el sector de la accesibilidad y rehabilitación de edificios.
Las fotografías que acompañan este texto hablan por sí solas. Un operario realizando trabajos en la fachada, hablando por teléfono y no anclado debidamente con el arnés y cuerda de vida. Una auténtica irresponsabilidad e imprudencia que puede costar muy caro a la comunidad de vecinos.
Este proyecto de rehabilitación de fachada es de una comunidad en una conocida calle de Valencia donde se rechazó la oferta de nuestra empresa por ser 1200€ más caros que la empresa escogida. 1200€ que se traducen, como en tantas otras empresas del sector, en personal cualificado, formación continuada, acreditación para trabajos en altura y de difícil acceso, protocolos sobre medidas de seguridad y capacitación en materia de prevención. 1200€ de ahorro a la comunidad que, como vemos en las imágenes, le podían haber salido muy caros.
Es muy común en nuestro sector que los clientes o comunidades de vecinos se fijen únicamente en el precio final a la hora de escoger una empresa de rehabilitaciones y no se dan cuenta que, ante cualquier percance o accidente, ellos son también responsables en calidad de promotores.
Desde nuestra empresa llevamos varios años tratando de conseguir la creación de un sello de calidad que los Colegios de Administradores concedan a todas aquellas empresas que acrediten toda la documentación, formación y experiencia necesaria para evitar que estas imágenes que os mostramos hoy se repitan cada día. Esto impulsaría al sector a ser más competitivo y resolvería el problema que nos generan estas empresas que trabajan al margen de la ley y de la seguridad.