Narciso Estellés, concejal de ciudadanos de Valencia, anunció hace unas semanas que el Ayuntamiento tiene 55 edificios que no cumplen con la normativa de eliminación de barreras arquitectónicas, de obligado cumplimiento a partir del próximo diciembre. De estos 55 edificios, seis ya han empezado las obras y se espera que estén terminadas antes de final de año.

El gobierno municipal indicó en el pleno que quedan 32 casos de adaptación mínima. Por debajo de los requerimientos que establece el citado decreto, y otros 23 directamente no tienen ningún tipo de adaptación.

Esta adaptación, que consiste en la instalación de rampas o ascensores principalmente, queda al margen de los inmuebles cerrados y fuera de uso, donde no es tan necesaria. La delegación de Gobierno Interior concreta que hay una serie de edificios históricos que por su singularidad arquitectónica o su condición de protección no son susceptibles de cambio o modificación.

Estellés indicó que hay espacios públicos dónde es de máxima necesidad comenzar el plan de adaptación para adecuarse a la normativa. El concejal puso como ejemplo el entorno de la Lonja, donde la limitación al tráfico no fue seguida de un plan de reorganización.

La Consejería de Obras Públicas tiene en marcha un concurso para adjudicar el diseño de lugares como la plaza del Mercado, la plaza Ciudad de Brujas o la av. María Cristina. Todavía no se sabe nada de los plazos de adjudicación y obra, únicamente que hay un gran retraso acumulado.