Es importante la figura de un administrador de fincas para la resolución de conflictos vecinales tales como la morosidad, las reformas, el ruido o el uso de zonas comunes, pero es todavía más importante saber escoger un buen administrador, ya que además de la resolución de conflictos, deberá encargarse, sobretodo, de las tareas de gestión y seguridad jurídica de la finca. Por ello, existen algunos aspectos que hay que tener muy en cuenta a la hora de hacer la elección correcta.

  • Formación: El administrador de fincas debe tener uno de los títulos universitarios exigidos por el Ministerio de Fomento o haber aprobado el plan de estudios de la Escuela Oficial de Administradores de Fincas. Además, debe ser experto en propiedad horizontal y derecho fiscal.
  • Funciones: Un buen profesional debe asesorar a la comunidad, controlar a los proveedores, coordinar los siniestros, informar sobre morosidad, mantener la convivencia entre los vecinos y redactar el acta en las juntas. Este es un aspecto muy importante a tener en cuenta a la hora de escoger un administrador, ya que una buena gestión del edificio se traduce en una mejor calidad de vida de todos sus habitantes.
  • Garantías: Es imprescindible que el administrador que vayamos a escoger para nuestro edificio nos ofrezca unas garantías solventes. Su formación debe estar actualizada constantemente para poder informarnos y asesorarnos sobre todos los cambios que se produzcan tanto en la normativa como a nivel técnico.
  • Tarifas: No existen tarifas mínimas ni recomendadas para un administrador de fincas, por lo que son fijadas libremente. Este coste está determinado por el volumen de trabajo, el número de propietarios y los servicios con los que cuente el edificio. Además, también influyen factores como la domiciliación o no de recibos comunitarios, la morosidad y las obras.
  • Contratación: El contrato de un administrador de fincas suele ser un contrato anual renovable. En el documento de convenio deben aparecer reflejados los servicios incluidos, los honorarios y la forma de pago.

Todos estos aspectos serán esenciales a la hora de hacer la selección adecuada para lograr una relación fructífera entre el profesional y los propietarios.